Explico el título que he puesto: La pregunta que lanzo es: ¿Por
qué personas "normales" llegan a hacer obras tan significativas e
impactantes para otros?
Esto me lo pretuntaba yo mismo a raiz de leer un artículo sobre Elisabeth
Eidenbenz, una joven que en 1939 fundó la Maternidad de Elna (Francia), donde
salvó las vidas de 597 hijos de refugiados españoles de la Guerra Civil, y a
aproximadamente 200 judíos que huían del nazismo. Si añadimos a sus
madres, unas 1200 personas
Elisabeth se dio cuenta de que las mujeres embarazadas y los bebés se
encontraban en grave peligro debido a las condiciones en las que vivían durante
el embarazo y el parto en los campos de concentración. Una maternidad era la
opción para atenderles adecuadamente.
Celia García , la hija de una de las madres asistidas relataba
la experiencia de su madre en la maternidad: “Mi madre me contaba que
cuando acudió a la maternidad fue maravilloso. Siempre decía que allí fue
recibida como una persona y no como un animal, que era como se había sentido
hasta el momento en Francia. Allí las madres estaban unidas y
todas eran iguales. No había ni blancos, ni negros, ni judíos, ni cristianos.
Todos iguales”
¿Pero qué tuvo de especial esta joven para realizar tal labor? Como bien se
ha reconocido, Elisabeth era una joven de fe evangélica. Algo
que caracteriza a multitud de personas que han realizado tremendas labores por
su prójimo ha sido su creencia en Dios.
En mitad de grandes dificultades donde reinaba la muerte y la desesperación
(refugiados españoles que huían de la guerra y otros tantso judios que huían del
nazismo) sacó fuerzas para trabajar por la Vida y la Esperanza.
En nuestras dificultades podemos dejarnos sucumbir por nuestras limitaciones
y desesperos o bien, como Elisabeth hizo, sacar fuerzas de un Dios
poderoso y la convicción de una causa justa.